Prof. Analía Santamaría
Extracto de clase, primer año Medicina Oriental,
Instituto Espacio Orión.
En esta oportunidad queremos contarte la
importancia de alimentarnos de forma consciente. Saber seleccionar el consumo
de los alimentos acorde al lugar donde nos encontramos y a la estación del año,
nos permite cuidarnos y prevenir ciertas enfermedades, y también, puede sonar
lógico tomarlo como una decisión medioambiental correcta.
Poner un trozo rico en la boca, masticar y
tragarlo es lo último que hacemos consciente al alimentarnos. El resto de saber
por qué y para qué comemos o elaboramos ciertas recetas y qué nos producen
cuando esa cierta combinación de ingredientes pasa por nuestro aparato
digestivo, queda fuera de control y conocimientos.
El aparato digestivo (grupo de órganos y
estructuras, con diferentes tipos de células que actúan en conjunto para
realizar una función), sabe seleccionar sin pensar, repara daños, compensa
faltas y malos tratos que le vamos generando por no apreciar adecuadamente su
función. Vamos entonces sintiendo las señales y sensaciones que nos envía
nuestro cerebro digestivo.
Por ejemplo, después de comer podemos
sentirnos a gusto y relajados, de buen humor, y complacidos con todo, porque
nuestro sistema transmite bien estar. Pero después de la transformación y
transporte de los nutrientes y energía, puede pasar lo contrario, que nos
sintamos llenos, dormidos, pesados, hinchados, con ardor o acidez y como
consecuencia, malhumorados.
¡Vos
elegís! ¿Cómo? Aprendiendo a reconocer tu carácter digestivo.
Cada época o estación del año nos trae frutos
y vegetales que pueden acompañar a una buena y nutritiva digestión. Comer en
pocas cantidades, cada 4 horas, marcando 5 comidas diarias, masticar bien,
tomar 2 litros de agua al día, son algunos de los consejos para mantener una
dieta saludable. Diría yo, los principales para cualquier época o estación.
Para la Medicina Tradicional China, el
elemento asociado al verano es el fuego, marcando así una característica Yang
de este elemento que simboliza el calor, la actividad o movimiento.
El sol, la naturaleza, nos acercan a las
emociones del fuego que son la alegría y la risa. Durante los meses de verano
es importante sonreír y estar alegres.
En cuanto a la alimentación también asociamos
al fuego el color rojo y el sabor amargo, el intestino delgado y la lengua.
Si nuestro corazón está en equilibrio
estaremos saludables, con la mente calma y con un buen descanso.
Por otro lado, cuando el elemento fuego no
está equilibrado tendremos falta de alegría (depresión) o exceso de alegría
(manías).
Para calibrar el calor veremos tres alimentos
claves: té verde, que ayuda a reducir el colesterol; las fresas o frutos rojos
ricos en vitamina C, que nos ayudan a absorber el hierro que es muy importante
para la nutrición de la sangre; y por ultimo la sandía, que es fresca, calma el
calor, la ansiedad, apacigua la mente y el espíritu, hidrata y favorece la
diuresis.
Recuerda ciertos placeres para disfrutar en el
verano:
- · Socializarse y salir al exterior
- ·
Pasear
- ·
Compartir experiencias alegres
- ·
Vivir aventuras
- ·
Disfrutar de las mañanas frescas
- ·
Descansar al mediodía
- ·
Acostarse más tarde
- ·
Realizar actividades acuáticas
- ·
Compartir proyectos creativos
¡¡¡¡FELIZ VERANO!!!!
¡¡¡FELICES VACACIONES!!!
Referencia bibliográfica:
·
“Inteligencia Digestiva: una
visión holística de tu segundo cerebro”, Irina Matveikova, 2011.
·
“Los fundamentos de la Medicina
China”, Giovanni Maciocia, 2015.
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