Cuando decidimos constelar un hecho
desafortunados o trauma, realizar una constelación familiar nos ayuda a sanar,
ya que se trabaja desde la vivencia de ese momento y los sentires descargando y
liberando cuando es necesario, dejando afuera mucha, mucha, energía e
información que ha pertenecido a otros y que dejará así espacio para nueva toma
de conciencia e información (creación del futuro) siempre que se pueda llegar.
En esa rejilla, malla familiar y cultural en ese ambiente único en el que nos constituimos, hay toda una trama de historia de nudos, de lazos, duelos que poco a poco conocimos , vamos transitando esa rejilla que nos han dejado para sostenernos y sostener por herencia dramas, traumas, dolores, que no han sido elaborados y aquí viene “el para qué y el cómo” de una constelación.
Para sanarnos liberando esas memorias y tejer
en la rejilla con nuestros propios hilos, tomándonos de cada lazo y relación
existentes en nuestras vidas.
La red a la que elegimos venir, y la que vamos
haciendo consciente, nos dará el tiempo justo para observar y transformar lo
que otros no han podido y que está haciendo nudo, síntoma, dolor en los
descendientes. Es por esto que decidimos constelar.
Toda la información que llevamos aún sin saber
se hace presente en una constelación aportando conciencia, integración,
integridad y amor al sistema como a ti mismo. Es para eso, que vamos a sanar.
Cada constelante elegirá en su momento
volverse a situar en el sistema, llevarse a su más allá, co-crear un futuro
mejor y es la gratitud la que permitirá su propio lugar en el universo
asumiendo lo que sea que haya vivido y tratado hasta aquí. Así es como lo vamos
a realizar.
Al volver de una constelación, el lugar en el
mundo ya no se ocupa de la misma manera y el cambio se observa en todo el
sistema, algunas personas constelaran en secuencias, otros alguna que otra vez.
Cuando se observa desde el terapeuta y
constelador, honramos la transformación, cuando nos solicitan constelar elevamos
los campos energéticos, y llevamos la constelación al máximo en su resonar
armónico donde se abre una nueva vida y la frecuencia del amor recorre a cada
ser testigo de la manifestación que ese árbol de la vida expresó para liberar
el dolor.
Así, encontrar el punto adecuado para cada
sistema familiar dejando a cada uno en su lugar para asumir lo que se deba
asumir, dando lugar al centramiento sin interferir en la esfera de los demás.
Es en ese momento donde el campo de la
conciencia familiar se siente bien, con su plena dignidad y es esta la solución
que cada ser viene a buscar.
Inspirado en “Bert Hellinger”
Terapeuta:
Analía Santamaria
Directora de Instituto Espacio Orion
especialista en abordaje transpersonal y sistémico
No hay comentarios:
Publicar un comentario