Cuando te duermes por la noche abandonas el cuerpo
físico a través de la vía llamada «cuerpo astral». El cuerpo astral viaja
literalmente a través del espacio-tiempo y más lejos incluso, ya sea a los
planos astrales inferiores o a los planos superiores de Luz. Lo segundo es
mucho más recomendable. Al someterte a distintas experiencias durante el viaje
astral, a veces se convierten en sueños tuyos. Estos sueños te ayudan a ser más
consciente y a curar el subconsciente. A veces, emociones y traumas pasados se
liberan por medio del cuerpo astral. Otras veces puede que vayas a dimensiones
superiores y recibas cierta formación espiritual o sanación. Puede que repases
vidas pasadas a fin de asimilarlas y así crecer. Éstas son sólo algunas de las
posibilidades.
Tener unos límites sanos mientras duermes es
esencial para tener unos límites sanos durante la vigilia. Si tu cuerpo astral
está dañado en los planos astrales inferiores, las zonas homólogas de tus
cuerpos físico y etérico quedarán psíquicamente vulnerables a cualquier ataque
o invasión de frecuencias de energía inferiores. El cuerpo astral en estado de
vigilia crea una protección muy efectiva para todo tu campo energético. Cuando
se daña, la función protectora está en peligro. Debido a la ley de magnetismo
psíquico -«Las frecuencias iguales se atraen»-, si durante el sueño el cuerpo
astral ha asimilado dolor, daño o miedo, magnetizarás los mismos tipos de
frecuencias inferiores hacia el aura, chakras o el mismo cuerpo cuando estés
despierto. Serás mucho más vulnerable al ataque psíquico o a la invasión de los
entes que vibran al mismo ritmo y viven del miedo y del dolor. Su objetivo
principal es mantenerte en estado de miedo, dolor y confusión para seguir
teniendo su «caldo de cultivo». Recuerda, nada puede entrar en tu campo de
energía si algo en ti no lo magnetiza.
De la misma manera, si vas a planos superiores
durante el sueño y experimentas una sanación, un aprendizaje, amor o un
despertar espiritual, esas frecuencias se transferirán al espacio que ocupa el
cuerpo físico cuando vuelva el cuerpo astral y despiertes. ¿Recuerdas haber
tenido sueños de volar y despertarte sintiéndote lleno de luz y felicidad?
Quizá recuerdes haber pasado por situaciones de aprendizaje espiritual durante
el sueño y despertarte recordándolas y aplicando en la vida lo aprendido. Estas
últimas experiencias representan la intención del tiempo de sueño; otra
intención es la de despejar el subconsciente.
Para que tanto la sanación como el aprendizaje
puedan darse, es vital que tu casa y tu aura se encuentren despejadas de toda
influencia astral. Puedes conseguirlo usando variaciones de lo que ya conoces
para mantener los límites personales despejados. Además, existe una invocación
que ancla las energías de dimensiones superiores en tu casa, en el trabajo o
en cualquier otro lugar. Para simplificar el proceso las instrucciones se
refieren únicamente a la casa como el lugar a despejar. Puedes adaptar el proceso
a tu situación en cada caso o necesidad.
Sigue estas instrucciones para despejar tu casa:
1. Coloca un cordón de luz de conexión a la tierra
que abarque el suelo de tu casa o tu piso. Haz que se prolongue hasta el centro
de la Tierra.
2. Visualiza un sol dorado de unos setenta cm de diámetro en el centro de
tu casa.
3. Expande gradualmente el sol dorado hasta que llene y rodee el espacio
que ocupa tu casa.
4. Rodea el sol dorado de un muro de luz violeta de 130 a 260 cm de
espesor.
5. Afirma: «Esta bola de luz violeta permanecerá intacta hasta que yo
vuelva a repetir el procedimiento. Que así sea».
6. Pronuncia seguidamente esta invocación: «En el
nombre de Yo Soy El Que Soy, ordeno que esta casa y sus cimientos se llenen de
luz dorada de la Ciudad de Luz donde moran los Maestros Ascendidos. Sólo
aquello de naturaleza divina podrá entrar. Todo aquello ilusorio e inferior a
lo divino debe partir. Así quedará. Que así sea».
Utilizar la frase «Yo Soy El Que Soy» equivale a
decir «la Presencia Divina de Dios/ Diosa» en oposición al ego «yo». Cuando
utilizas esta frase o afirmación, vas a dar una orden en nombre de la
conciencia misma de Dios/ Diosa. Es una afirmación muy poderosa llamarse a uno
mismo «Yo Soy» y deberías hacerlo con cuidado y sólo de forma positiva y
creativa. Cada vez que dices «yo soy...» y luego terminas la frase de manera
definitiva, aunque sea casualmente, estás identificando tu esencia con lo que
dices. Por ejemplo, puedes decir, «soy rencoroso» o «soy cariñoso» y la
afirmación define literalmente tu esencia como una cualidad.
La segunda parte de la invocación afirma: «...luz
dorada de la Ciudad de la Luz donde moran los Maestros Ascendidos...» Se
refiere a la dimensión superior, «lugar donde moran» los seres que un día
estuvieron encarnados en la Tierra, fueron iluminados y murieron o ascendieron.
Estos Maestros Ascendidos -o Gran Hermandad Blanca, como también son llamados-
permanecen en la Ciudad de Luz para ayudar a otros seres vivos en su viaje
espiritual hacia la iluminación y la ascensión. Te guían y te enseñan durante
el sueño y el estado de vigilia cuando estás preparado, deseoso y disponible.
Invocar a la luz donde moran es llenar tu casa con la energía equivalente a la
de un templo sagrado lleno de una luz de frecuencia tan alta que sólo energías
divinas y seres de intención divina pueden soportarlo.
Utilizando este procedimiento podrás despejar tu
casa de energías negativas y astrales en muy poco tiempo y empezar gradualmente
a sentir una mayor paz y sensación de bienestar en tu nuevo templo. Eso te
ayudará a tener un sueño más positivo.
Seguramente querrás repetir este proceso un par de
veces por semana. A medida que tu casa está más despejada repite el
procedimiento para despejarla cuando sientas la necesidad. Yo lo realizo una
vez por semana como rutina porque me sienta bien.
Por la noche, antes de acostarte, sigue estos pasos:
1. Rodea tu aura de una burbuja violeta.
2. Pide a tu ángel de la guarda que vigile y
mantenga tu cuerpo seguro toda la noche mientras duermes.
3. Repite esta declaración: «En el nombre del Yo Soy
El Que Soy ordeno que mientras mi cuerpo duerme, yo solamente viaje a los
planos superiores de Luz Divina. Que así sea».
Realizando este procedimiento a la hora de ir a la
cama puedes dormir mejor. Es especialmente importante si tienes la tendencia a
experimentar miedo o inquietud.
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